NOTICIAS DEL CORAZÓN

 

Apóstoles del Sagrado Corazón de Jesús  Anawin

Apóstoles del

Sagrado Corazón de Jesús

Anawin

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13 / 7   |    Festividad de Santa Teresa de los Andes

Hija espiritual de Teresa de Lisieux, la pequeña Teresa chilena era de carácter fuerte, pero impregnada de un deseo de "amor para siempre" y de "sacrificio para todos". Canonizada en 1993
 

Juana Enriqueta Josefina de los Sagrados Corazones Fernández Solar

Venerada por la Iglesia católica como santa Teresa de Los Andes (Santiago, 13 de julio de 1900-Los Andes, Valparaíso, 12 de abril de 1920), fue una religiosa católica chilena, perteneciente a las carmelitas descalzas

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Fue beatificada por Juan Pablo II el 3 de abril de 1987, durante su única visita a Chile, y posteriormente canonizada por el mismo pontífice en la basílica de San Pedro (Ciudad del Vaticano) el 21 de marzo de 1993, cuando se convirtió en la primera persona nacida en Chile, la primera carmelita descalza americana y la cuarta Teresa del Carmelo —tras las santas de Ávila, de Florencia y de Lisieux— en ser elevada a los altares. Su fiesta se celebra el 13 de julio.

Devorada por el deseo de comulgar

En su bautismo, dos días después de su nacimiento, el 13 de julio de 1900, la séptima y última hija de Miguel Fernández y su esposa, un rico matrimonio de terratenientes, recibió el nombre de Juana Enriqueta Josefina del Sagrado Corazón. Esta consagración inmediata al Sagrado Corazón es quizá una de las claves de su espiritualidad de oblación, sacrificio y amor.

Criada en una familia piadosa, Juanita aprendió desde muy pequeña a amar la Misa, a la que acompañaba a su madre todos los días. En cuanto tuvo edad para comprender lo que era la Eucaristía, la invadió el deseo de comulgar. En cuanto pudo, a los 10 años, no perdió ocasión de hacerlo todos los días. Al mismo tiempo, desarrolló una viva devoción a María, rezaba todos los días el rosario completo y aprendió a olvidarse y a privarse de sí misma por los demás para poder hacer más y mejor por la caridad. Además de dar limosna, cosa que sus padres hacían a gran escala porque disponían de medios, Juanita se comprometió personalmente, dedicando parte de sus vacaciones a enseñar el catecismo a los hijos de los labradores de su padre.

“Con la Sra. Virgen he arreglado que [Ella] sea mi sacerdote que me ofrezca en cada momento por los pecadores y sacerdotes, pero bañada con la sangre del Corazón de Jesús

Fuente: Aleteia

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