NOTICIAS DEL CORAZÓN

 

Apóstoles del Sagrado Corazón de Jesús  Anawin

Apóstoles del

Sagrado Corazón de Jesús

Anawin

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29 / 6   |    Festividad de la devoción del doctor José Gregorio Hernández al Sagrado Corazón

En 1949, la Iglesia católica comenzó el proceso de canonización para declararlo santo.​ En 1986, el papa Juan Pablo II reconoció sus virtudes heroicas y lo declaró "venerable".
 

El proceso se renovó el 18 de enero de 2021, luego de un milagro atribuido por la Iglesia católica a Hernández en Mangas Coveras, Estado Guárico, en el que una niña se habría recuperado de una herida de bala gracias a su intercesión. El papa Francisco autorizó la misa de beatificación de José Gregorio Hernández, realizada el 30 de abril de 2021.

Gran devoto del Sagrado Corazón de Jesús, tanto que llegó a dedicarle la siguiente oración:

“Gloria al Sagrado Corazón de Jesús, cuya misericordia ha sido infinita con los siervos felices de este hogar, al escogerlo entre millares, como herencia de amor y santuario de reparación por la ingratitud humana.

»¡Con cuanta confusión, Señor Jesús, esta porción de tu rebaño fiel acepta el honor insigne de verte presidir nuestra familia! ¡Cómo te adora en silencio y se regocija al verte compartir bajo el mismo techo las fatigas, los afanes y también los castos goces de estos hijos tuyos!

»¡Ah!, no somos dignos, es verdad, de que Tú entres en esta humilde morada, pero Tú has dicho ya unas palabras reveladoras con tu Corazón Santísimo, y nuestras almas han sentido sed de Ti, y han hallado las aguas vivas, que saltan hasta la Vida eterna, en tu Costado herido, ¡oh buen Jesús! Por eso, contritos venimos a entregarnos a Ti, que eres la Vida inmutable. Permanece entre nosotros, ¡oh Corazón sacrosanto! Pues sentimos ansias supremas de amarte y hacerte amar, y Tú eres la razón ardiente que ha de abrazar al mundo para regenerarlo.

»¡Ah, sí! Que esta casa sea tu refugio, tan dulce como el de Betania, donde encontraste solaz en las almas amigas que han escogido la mejor parte en la intimidad venturosa de tu Corazón; sea éste, Salvador amado, el asilo pobre pero cariñoso de Egipto en el destierro de tus enemigos.

»Ven, Señor Jesús, ven…, pues en esta casa, como en Nazaret, se quiere con entrañable amor a la Virgen María, a esa Madre tan tierna que Tú mismo nos diste: ven a llenar con Tu presencia deliciosa los vacíos que la muerte y la desgracia han dejado entre nosotros…

»¡Ah! Si Tú, el Amigo fidelísimo, hubieras estado en nuestras horas de duelo, ¡cómo se hubieran endulzado tantas lágrimas y cuánto bálsamo de paz hubiéramos sentido en aquellas heridas secretas que solo Tú conoces…!

»¡Ven! …, porque se acerca tal vez para nosotros la tarde angustiosa de nuevos pesares, y declina el día fugaz de nuestra juventud y de nuestras ilusiones; quédate con nosotros, porque ya anochece, y el mundo perverso quiere envolvernos en las tinieblas de sus negaciones y nosotros te queremos a Ti, porque sólo Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida Eterna Jesús, como en tiempo antiguo: 'Es preciso que desde hoy me deis hospedaje en vuestra casa'. Sí, Señor, establece aquí tu tabernáculo, a cuya sombra vivimos de tu compañía, nosotros que te proclamamos nuestro Rey, porque no queremos que otro reine sino sólo Tú.

»¡Viva siempre amado, bendecido y glorificado en este hogar el Corazón triunfante de Jesús! ¡Venga a nosotros tu Reino! Amén”.

Fuente : Religion en libertad

religionenlibertad.com